La expansión de la inteligencia artificial (IA) y su creciente influencia en diversos sectores demanda una evaluación de su impacto en el cumplimiento de los 17 objetivos y las 169 metas reconocidas en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Varios estudios, sustentados en opiniones de expertos, demuestran que la IA puede facilitar el logro de un número interesante de metas de los ODS, pero también puede actuar de forma inversa, haciendo que un número representativo de metas no se puedan alcanzar.
El rápido desarrollo de la IA debe ser respaldado por la comprensión y supervisión regulatoria necesaria para que las tecnologías basadas en la IA permitan el desarrollo sostenible. No considerar estos aspectos podría generar vacíos a nivel de la transparencia, la seguridad y los estándares éticos.
Según los datos presentados en el artículo: “The role of artificial intelligence in achieving the Sustainable Development Goals” , publicado en la revista Nature, la IA puede actuar como facilitadora en 134 metas (79%) de todos los ODS, generalmente a través de una mejora tecnológica, lo que puede permitir superar ciertas limitaciones actuales. Sin embargo, 59 metas (35%, de todos los ODS) pueden experimentar un impacto negativo frente al desarrollo de la IA.
A continuación, algunos áreas y ejemplos de cómo las tecnologías de IA están aportando a la consecución de los ODS y también algunos de los riesgos que su implementación puede generar.
Reducción de desigualdades (ODS 1, 5, 8, 10)
La IA puede ayudar a los gobiernos, mediante el análisis de imágenes satelitales, a identificar regiones afectadas por la pobreza y facilitar los esfuerzos globales. También puede ayudar a cerrar las brechas educativas, aunque, al mismo tiempo, posiblemente incremente las desigualdades existentes, especialmente en los países en desarrollo. Otro inconveniente notable se refiere al ODS 5 sobre igualdad de género. Todavía no está claro cómo tecnologías como los algoritmos inteligentes, el reconocimiento de imágenes o el aprendizaje reforzado podrían contribuir a prácticas discriminatorias contra las mujeres y las minorías.
Monitoreo y conservación ambiental (ODS 13, 14, 15)
Las tecnologías de IA pueden apoyar el monitoreo eficiente de datos ambientales, como la calidad del aire, las emisiones de CO2, la deforestación y las poblaciones de vida silvestre. Por ejemplo, la plataforma World Environment Situation Room lanzada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en 2022 aprovecha la IA para analizar conjuntos de datos complejos y proporciona análisis y predicciones casi en tiempo real sobre diversos factores ambientales.
Optimización energética (ODS 7)
Los algoritmos de IA pueden ayudar a combinar energías renovables a través de redes inteligentes, analizar patrones de consumo de energía para equilibrar la oferta y la demanda eléctrica y optimizar el uso de energía en diferentes sectores, como la construcción, el transporte y la manufactura. Por otro lado, es menester considerar que las actividades relacionadas con la investigación y el diseño de productos de tecnologías avanzadas de IA a menudo requieren importantes recursos computacionales, que deben ser proporcionados por centros informáticos de gran escala. Estas instalaciones tienen un alto coste financiero y medioambiental debido a la importante cantidad de energía y agua necesarias para su funcionamiento y mantenimiento.
Agricultura inteligente (ODS 2)
Las herramientas basadas en inteligencia artificial, como la teledetección, los drones y el análisis predictivo, pueden mejorar las prácticas de agricultura de precisión. Ayudan a optimizar los recursos, monitorear la salud de los cultivos, detectar enfermedades y mejorar la productividad general al tiempo que reducen su impacto ambiental. El consorcio NASA Acres, es un ejemplo del uso de la IA para analizar años de datos satelitales para reforzar la producción y la seguridad de los alimentos. En particular, esta maquinaria avanzada integrada en IA podría no estar fácilmente disponible para los pequeños agricultores, lo que generaría una brecha cada vez mayor entre los productores más pequeños y los más grandes en las economías más desarrolladas.
Nos encontramos en un momento crucial con relación al futuro de la inteligencia artificial (IA). Es necesario un diálogo a nivel mundial, respaldado por la ciencia, para establecer principios y regulaciones comunes que abarquen naciones y culturas, con el propósito de moldear un futuro en el cual la IA tenga un impacto positivo en la ejecución de todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Las decisiones actuales para desarrollar una IA amigable con el desarrollo sostenible para 2030 tienen el potencial de desbloquear beneficios que podrían ir mucho más allá de los ODS. (O)
