Los intereses nacionales son aspiraciones esenciales permanentes que posee el Estado para preservar su existencia, su identidad, los valores y cultura en el sistema internacional y alcanzar el progreso para el bienestar de la población.
Estos intereses vitales amparados por el derecho internacional se traducen en objetivos estratégicos y requieren el empleo del poder nacional, para ser alcanzados.
La soberanía nacional, integridad territorial, la protección de la población y del patrimonio nacional corresponden a la seguridad nacional, que puede ser catalogada como integral considerándose la peculiar modalidad de cooperación interinstitucional.
En este sentido los intereses de seguridad evitan las amenazas multidimensionales como el crimen organizado transnacional, terrorismo, ciberataques y narcotráfico; mientras que la posición del Estado en el sistema internacional, la protección de la autonomía e incremento de la influencia internacional, es materia de la diplomacia.
Para los intereses de seguridad determina el presidente de la Republica una Política de Defensa cuyo principal objetivo estratégico es el control efectivo del territorio nacional. En cambio, para los intereses políticos y diplomáticos internacionales, el presidente determina una Política Exterior. Ambas tienen una estrecha vinculación y parten de la acción convergente de la geopolítica.
Un concepto sintético como plantea Ives Lacoste dice acerca de la geopolítica que es la visión del ambiente internacional, el análisis e interacción entre la geografía, las relaciones de poder político y los intereses estratégicos para predecir la rivalidad entre los estados y otros actores internacionales, incluyendo a los no estatales que actúan en un espacio determinado.
La geopolítica en el caso ecuatoriano nos dice de la importancia de la ubicación geográfica, como país marítimo, con una prodigiosa posición estratégica, que mantiene al archipiélago de Galápagos como una posición avanzada clave para la vigilancia naval, la interdicción, control del tráfico marítimo, presencia estratégica y proyección del poder marítimo, que son importantes para para la cooperación internacional con facilidad para el despliegue, rapidez para maniobra y exploración aeromarítima. Características fundamentales para el control del mar y líneas de comunicación marítimas, que garantizan la proyección de poder e influencia y cooperación exterior.
Mientras que la inteligencia estratégica comienza por analizar los posibles escenarios futuros, capacidad e intenciones de los actores transnacionales, anticipándose y advirtiendo sobre la detección de posibles amenazas reales o potenciales. Pronostica crisis y conflictos que en conjunto sirven para el diseño de políticas públicas y de una estrategia nacional.
En definitiva, hay un amplio espectro de actores, circunstancias y tendencias para el análisis e interpretación que, aun siendo impalpables, de fachada o camufladas, determinan el comportamiento y funcionamiento de múltiples redes del crimen organizado que logran infiltrarse en las diferentes instituciones del Estado.
Para la obtención de información se debe investigar las diferentes actividades del narcotráfico, de la minería ilegal y las conexiones entre los diferentes grupos delincuenciales organizados GDO, que se coaligan para el lucro, como son las milicias colombianas que se infiltran en el país.
El centro de gravedad del narcotráfico es una fuente inagotable de información para ser procesada: plantaciones de hoja de coca, laboratorios, precursores químicos, caletas de almacenamiento, rutas de transporte, terrestres, marítimas y aéreas, puntos vulnerables del país, pasos fronterizos, puertos, pistas de aterrizaje, corredores marítimos, y organizaciones que facilitan, financian y encubren las actividades ilegales.
Hay un aforismo que explica la vinculación de la geopolítica y la inteligencia estratégica para su accionar conjunto; sin inteligencia la geopolítica resulta especulativa y sin geopolítica la inteligencia marcha sin rumbo. De su aplicación oportuna y efectiva depende la garantía de los intereses nacionales del Estado. (O)