Forbes Ecuador
inflacion
Columnistas
Share

Con más crecimiento y más inflación habría menos desempleo, es decir, se produciría esa relación inversa entre desempleo e inflación que sostiene este postulado de la curva de Phillips.

03 Noviembre de 2022 00.02

La teoría económica sostiene que la Curva de Phillips ilustra gráficamente la relación entre desempleo e inflación, siendo la interpretación clásica que un aumento del desempleo reduce la inflación y viceversa, asociando la disminución del desempleo a una mayor inflación. Otra forma de entender esta relación es decir que la política económica dirigida a la estabilidad de precios promueve el desempleo. A corto plazo se podría inferir que las empresas aumentan la producción, con lo cual contratarían más trabajadores. Esta relación de inflación y desempleo desarrollada por el economista neozelandés William Phillips en 1958, conlleva algunas decisiones económicas en el manejo del problema del empleo, la inflación y el crecimiento económico.

Otra explicación al respecto es indicar que la masa monetaria produce un impacto en la producción, pues el dinero que circula genera un impacto en la demanda agregada de la economía, con lo cual los actores económicos gastan más, presionan algunos precios al alza, aumentan los beneficios de las empresas y se produce un ambiente favorable para la inversión y el crecimiento económico. Con más crecimiento y más inflación habría menos desempleo, es decir, se produciría esa relación inversa entre desempleo e inflación que sostiene este postulado de la curva de Phillips.

Esta explicación teórica se la debe aterrizar para el caso de la economía ecuatoriana, pues la presencia de una economía dolarizada introduce algunos elementos que merecen ser entendidos con una mayor claridad. Por una parte se tiene la imposibilidad de imprimir dinero, pues la fuente de dólares es el saldo de la balanza de pagos, es decir, la diferencia entre los dólares que ingresan respecto a los que salen de la economía, sea por relaciones financieras como por razones comerciales con el resto del mundo. Esto significa que la corrección de necesidades fiscales, vale decir, por ejemplo la reducción del déficit fiscal o el financiamiento de las otras necesidades de las cuentas públicas, no pueden ser cubiertas con emisión de dinero ni con la depreciación de la moneda, pues la política monetaria y cambiaria se encuentren acotadas o seriamente restringidas en una economía dolarizada. En ese sentido, la baja inflación en el Ecuador responde en una proporción importante al hecho de estar dolarizados, a una demanda reprimida por el desempleo y subempleo y a la presencia de precios fijos y productos que no pueden transarse internacionalmente y, por lo tanto, no permiten trasladar toda la inflación internacional a la economía doméstica. Dicho esto, no es correcto atribuir solo a la gestión económica del régimen la baja inflación sino a estas realidades.

Lo anotado también permite decir que en el caso ecuatoriano, la vinculación entre inflación y desempleo sería menos evidente que en economías con políticas monetarias activas, es decir, que tengan capacidad de emisión. Esto conlleva a que un marco legal moderno en materia laboral, la inversión privada que reanime el crecimiento económico, son las mejores formas de contar con un escenario futuro más favorable con más empleo, pues la inflación de alguna manera “se cuidaría casi sola”. (O)

loading next article
10