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El blockchain nos ofrece un futuro en donde estos no son ideales inalcanzables, sino la norma. A medida que exploramos y adoptamos estas innovaciones, nos acercamos a un mundo más transparente, eficiente y equitativo. Lo que si queda claro es que el futuro es, sin duda, descentralizado.

06 Marzo de 2024 13.26

A pesar que seguramente casi todos hayan escuchado ya acerca del blockchain y a pesar de las cantidades de artículos e información publicada, esta tecnología sigue siendo poco comprendida y misteriosa para la mayoría. Blockchain es mucho más que criptomonedas y Bitcoin. Es una tecnología transformadora que cambiará cómo se ven muchos aspectos de nuestras vidas. 

Si no le ha puesto atención, esta tecnología está transformando el futuro en este momento.

La interconexión digital se ha vuelto la columna vertebral de nuestra sociedad, pero el talón de Aquiles del internet es la seguridad y la confianza. La tecnología blockchain emerge para resolver los problemas de confianza, prometiendo convertirse en el cimiento de un futuro descentralizado

En términos simples, blockchain en como un libro de contabilidad inalterable que esta almacenado en muchos diferentes lugares. En su escencia, el blockchain resuelve uno de los desafíos más fundamentales en el campo de la computación y la teoría de conocido como “El problema de los generales bizantinos”. Este problema ilustra de manera simple la dificultad de alcanzar un consenso en un sistema con participantes que pueden fallar o actuar de manera maliciosa: imaginemos un grupo de generales bizantinos que rodean una ciudad con sus ejércitos y deben acordar un plan común de acción, pero solo pueden comunicarse a través de mensajeros. La complejidad radica en garantizar que todos los generales leales actúen de manera unificada, incluso cuando algunos puedan ser traidores, intentando sabotear el plan. 

La tecnología blockchain aborda este dilema de manera elegante a través de su mecanismo de consenso descentralizado. Por ejemplo, el algoritmo de consenso de prueba de trabajo (“Proof of Work”) utilizado por Bitcoin permite a un conjunto diverso y global de participantes acordar el estado de un libro de contabilidad digital sin necesidad de confiar unos en otros. Cada bloque de transacciones agregado a la cadena debe ser verificado por la red, asegurando que solo la información válida sea aceptada. Pero como prometido, el blockchain es mucho más que criptomonedas, con usos variados.

Uno de los casos de uso más interesantes, es su aplicabilidad para alcanzar los ODS, ya que por medio del blockchain se pueden rastrear el flujo de recursos desde la fuente hasta el destinatario final. Así mismo, la creación de identidades digitales verificables y seguras también promete ser revolucionario. En un mundo donde millones aún carecen de identificación oficial del gobierno, el blockchain ofrece una solución para crear y gestionar identidades digitales que son inalterables y que no dependen de una autoridad central: imaginen una cedula o pasaporte global.

Estos mismos conceptos se extienden a las cadenas de suministro, donde la transparencia y la trazabilidad son esenciales. La tecnología blockchain permite a las empresas rastrear el origen, la producción y la distribución de productos en tiempo real, garantizando la frescura de perecibles, la autenticidad de bienes y combatiendo el fraude y la falsificación.

Esta tecnología también está transformando el sector energético, facilitando la creación de redes de energía descentralizadas. Los consumidores pueden ahora producir, almacenar y comerciar energía renovable de manera eficiente, promoviendo la sostenibilidad y la autonomía energética.

Finalmente, en el ámbito de los derechos de propiedad o intelectuales, el blockchain ofrece un sistema permanente y transparente para verificar, registrar y hasta transferir los derechos de propiedad, reduciendo conflictos y mejorando la seguridad jurídica para propietarios en todo el mundo.

Algunos han llamado a esta tecnología como el apretón de manos que necesitaba el internet de cara a los problemas de fundamentales de seguridad y confianza. El blockchain nos ofrece un futuro en donde estos no son ideales inalcanzables, sino la norma. A medida que exploramos y adoptamos estas innovaciones, nos acercamos a un mundo más transparente, eficiente y equitativo. Lo que si queda claro es que el futuro es, sin duda, descentralizado. (O)

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