Equidad de género: ¿Qué líderes necesitamos para avanzar?

Hablar de equidad resulta hoy un tema al que le queda mucho camino por recorrer aún. Cuando hablamos de equidad estamos hablando de oportunidades de desarrollo y de pago. La mejor forma de poder avanzar es con datos y tenemos mucho terreno por ganar en términos de análisis de datos, de entendimiento. En función de eso, con compromiso y ganas vamos a poder armar planes de acción para luego pasar al plano de las oportunidades. En Argentina hoy estamos muy lejos de lograrlo y nos encontramos en un nivel bastante inmaduro.

Este año el lema para el Día Internacional de la Mujer es “Abrazar la equidad” (EmbraceEquity). Podemos dejarlo en un simple lema, podemos sacarnos la foto abrazándonos o podemos tomar las riendas y llevarlo al plano de la acción donde comenzamos a visibilizar historias y a dar oportunidades. Debemos hacer que la mesa sea más grande, para que más personas se puedan sentar. Y si la mesa no es más grande quizás sea tiempo de pararse para que otro pueda estar y dar paso a la diversidad de voces que tanto enriquecen. 

El rol de los líderes, no sólo en Argentina, sino también en el mundo resulta fundamental para avanzar. Son los responsables de desarrollar talentos y al desarrollar a otros es muy importante esta mirada de la equidad. Es imperioso preguntarse: ¿estamos desarrollando en base a nosotros mismos o somos capaces de desarrollar talento diverso que piensa distinto a nosotros, que tiene una orientación, un sexo, una política o viene de una realidad distinta? 

 

Tenemos que tener una mirada más compasiva. Hoy la Argentina necesita líderes espirituales, líderes compasivos que acompañen desde la equidad dando oportunidades. No desde el conflicto sino desde el diálogo y teniendo siempre una mirada de mucho amor. Se necesitan lideres que dejen una huella, pero no cualquier huella sino una que sea positiva, que se rija por la equidad y brinde oportunidades a todos y más allá de todo. 

Estamos ante una gran oportunidad. Los líderes deben ser ante todo coherentes entre lo que son, dicen y hacen. Y esa coherencia debe estar acompañada siempre de un propósito.  En todos los tiempos los líderes tuvieron un punto de vista, un propósito y tuvieron seguidores. Con coraje y con pasón tenemos que buscar impactar en nuestro metro cuadrado y que a la vez ese impacto llegue a otros metros cuadradosAsí que, comenzar con coherencia, empezar con un propósito, pero sobre todo empezar. Nos podemos equivocar, pero si hay coherencia y hay humildad, las cosas se subsanan. 

El diálogo debe ser moneda corriente. De ahí surge la mirada de los lideres espirituales, esos que piensan en el bien común. Debemos entender que abrazar e incluir no es dejar de ser uno mismo, es dar un lugar en la mesa, pero con voz y voto en serio y con la responsabilidad que ello amerita. 

 

Hay mucha desconexión entre el decir y el hacer. Hay que rotar en la mesa, hay que pararse y dar lugar a otros y en la medida en que eso no pase va a ser muy difícil que abracemos la equidad. 

El lema “Abrazar la equidad” nos llega hoy a la Argentina para estar más cerca, para darnos cuenta de que la moneda no está completa sin un lado o el otro. Las miradas tienen que ser complementarias para un bien común. Todos tenemos algo que aportar y todos podemos fortalecernos con la mirada del otro que también merece poder dejar su huella y aportar su granito de arena.


*La columna fue escrita por Por Cecilia Inés Giordano, Presidente y CEO de Mercer en Argentina, Uruguay y Paraguay