El dólar estadounidense registró su peor desempeño en un primer semestre desde 1973, con una caída de aproximadamente el 10 % frente a una canasta de monedas importantes como el euro, la libra esterlina y el yuan, según el Financial Times. Muchos inversores han perdido la confianza en la moneda estadounidense, lo que ha provocado un traslado de capitales hacia los mercados europeos en busca de activos más seguros.
Este momento tiene un peso histórico, ya que remite a 1973, año en que Estados Unidos puso fin al modelo de Bretton Woods, que había establecido un sistema de tipos de cambio fijos con el dólar como moneda de referencia. Aquel cambio marcó una transformación estructural en el sistema financiero internacional, al pasar a un régimen de tipos de cambio flotantes, lo que incrementó significativamente la volatilidad de las monedas. En ese entonces, la caída del dólar simbolizó una pérdida de confianza en la economía mundial.
Hoy, el impacto adopta otra forma: el sistema no se está derrumbando, pero la confianza de los inversores en la moneda estadounidense se encuentra en entredicho. Sin embargo, según Ed Balls, exministro del Tesoro del Reino Unido, el dólar puede seguir siendo la principal moneda de reserva internacional y mantener su papel como depósito de valor, incluso a pesar de episodios de debilidad o caídas periódicas.
Al 30 de junio de 2025, la plataforma Bloomberg muestra las siguientes cotizaciones del dólar frente a las principales monedas:
Euro (EUR): $1 = €0,85 / €1 = $1,1765
Libra esterlina (GBP): $1 = £0,73 / £1 = $1,3711
Yuan chino (CNY): $1 = ¥7,16
Estos valores reflejan que el dólar ha perdido un 11 % frente al euro, un 5 % frente a la libra esterlina y un 4 % frente al yuan en lo que va del año.
Mientras tanto, el Financial Times señala que el índice S&P 500 está alcanzando máximos históricos en dólares. Sin embargo, al medirse en otras monedas, sus ganancias se reducen notablemente. Esto implica que los inversores internacionales están obteniendo un menor valor real del mercado estadounidense, mientras que las acciones europeas lo están superando en el panorama global.
¿Por qué está ocurriendo esto?
Tres factores principales están impulsando la caída del dólar:
Expectativas de recortes de tasas: El mercado anticipa que la Reserva Federal reducirá las tasas de interés en los próximos meses, según Reuters. Esto vuelve menos atractivos los activos denominados en dólares para los inversores internacionales.
Guerras comerciales en curso: El Financial Times identifica las nuevas políticas arancelarias recíprocas promovidas por Trump como un factor clave que alimenta el temor a una recesión y agrava las tensiones globales. Esto ha incentivado a los inversores a diversificar sus carteras.
Retiro global del dólar: Reuters informa que muchos inversores están alejándose de activos en dólares sin cobertura cambiaria. Este comportamiento genera un efecto dominó auto-reforzado: cuanto más cae el dólar, más inversores buscan protegerse, lo que intensifica la depreciación.
El debilitamiento del dólar refleja un cambio en las dinámicas de confianza global, pero no implica que el sistema financiero internacional esté en crisis. Para economías como la ecuatoriana, completamente dolarizadas, este contexto representa un entorno de incertidumbre que requiere seguimiento constante en los próximos meses. La evolución del dólar en el segundo semestre dependerá de factores aún en desarrollo: las decisiones de la Reserva Federal, las políticas arancelarias de Trump y la reacción de los mercados internacionales.