Un plato servido en la escuela puede parecer algo sencillo, pero encierra mucho más: esperanza, equidad y futuro. Ese fue el mensaje central del Summit de Alimentación Escolar "Más que una comida", organizado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Ministerio de Educación, con el apoyo de Forbes Ecuador, el pasado miércoles 3 de septiembre, en el Quorum del Paseo San Francisco
El encuentro, al que asistieron cerca de 500 personas, inició con la intervención de la ministra de Educación, Alegría Crespo. Ella subrayó que la alimentación escolar no puede reducirse a un refrigerio, sino que constituye un pilar para la igualdad de oportunidades y la permanencia en las aulas. Recordó que más de 2,7 millones de estudiantes reciben a diario un refrigerio que cubre parte de sus necesidades nutricionales.
La vicepresidenta de la República, María José Pinto, enfatizó el valor cultural y social de la alimentación, resaltando que lo que se pone en la mesa refleja identidad, tradición y el potencial de las economías locales. Su intervención llamó a ver en la alimentación escolar una política que fortalece tanto a los estudiantes como a los productores del país.
En la masterclass, Sarah Kohnstamm, asesora regional del Programa Mundial de Alimentos, explicó los efectos que la falta de alimentación tiene en la vida escolar de los niños. Su reflexión giró en torno a cómo el hambre interfiere directamente en el aprendizaje y en el desarrollo humano. "Un plato de comida en la escuela significa la posibilidad de aprender, es comunidad, es vida".
Matteo Perrone, director país del PMA en Ecuador, expuso en el panel principal los desafíos de garantizar una alimentación sana y segura para toda la población. Señaló que, además de atender a los estudiantes, es clave trabajar con los pequeños productores y fortalecer sus capacidades administrativas y productivas para lograr un impacto sostenible.
Perrone habló sobre la experiencia en los centros educativos. "Cuando llego a las escuelas, las sonrisas de los niños son indicadores del buen trabajo que estamos haciendo. En Ecuador hay platos muy nutritivos, pero no siempre hay acceso a ellos. Para cambiar esto hay que trabajar desde el campo, fortaleciendo a los pequeños productores". (I)