Este mes se inicia el nuevo período de mandato del presidente Daniel Noboa luego de recibir el apoyo del 58% de los votos. Inicia la gestión con una amplia mayoría en la Asamblea Nacional, preside su movimiento político la mayoría de las comisiones legislativas y el país entero está a la expectativa de las acciones del programa de gobierno que aplicará por los próximos 4 años. Los desafíos son muchos, el ambiente de mayor tranquilidad es evidente aunque el compromiso del gobernante es muy grande, pues aglutinó el voto de sus aliados y simpatizantes así como de aquellos que sin ser afines al perfil del nuevo presidente lo preferían ante la otra opción electoral.
Esta realidad obliga a que se inicie la gestión de gobierno con la mayor claridad y certidumbre de las políticas públicas que serán aplicadas y, en el área económica, de la difusión de un programa que muestre las metas y objetivos que se buscarán así como las formas y los instrumentos que se utilizarán.
Mientras más oportuno se conozca el sendero por donde va a transitar el gobierno que continúa mejor será para las expectativas y la seguridad de los actores económicos. La economía ecuatoriana decreció el año pasado el 2% y las estimaciones de distintas fuentes de información para el año en curso es un crecimiento cercano al 1.5%, es decir, un ritmo similar al crecimiento poblacional, porcentaje que significa un crecimiento nulo en términos reales impidiendo una recuperación del empleo. Esto implica que la década de estancamiento económico seguirá extendiéndose con lo que la segunda preocupación de los ecuatorianos luego del problema de la seguridad que es el subempleo y el desempleo, seguirá estando presente. Si esto ocurre, se puede producir una seria dificultad, inclusive en el orden político, para una administración económica que ajuste la economía como las necesarias acciones para reducir algunos subsidios como el del diesel, como la reforma a la seguridad social o la dosificación de las transferencias del gobierno central a beneficiarios de fondos del presupuesto en la línea de mejorar la sanidad fiscal y reducir el probable nuevo repunte del déficit fiscal. Estas consideraciones significan que es urgente la difusión de metas de crecimiento económico para los siguientes 4 años explicando cómo se van a conseguir, qué herramientas se van a utilizar para llegar a esas metas y qué impactos favorables va a implicar para el empleo, la pobreza y la atención de servicios básicos de la población. Es muy complicado seguirle "convenciendo" a la gente que la recuperación de las reservas internacionales es importante, que reducir el déficit fiscal es necesario, que eliminar algunos subsidios es favorable, entre otras acciones, si no les llega esas políticas en mejores posibilidades de encontrar trabajo, en mayor seguridad ciudadana, en menos pobres, en mejor atención de salud, en más acceso a escuelas y colegios. Una política económica ordenada y responsable es necesaria y fundamental pero si esto no decanta a las personas la posibilidad de seguirla aplicando se vuelve cuesta arriba.
La presencia de una gran variedad de instrumentos matemáticos de estimación, los beneficios de la aplicación de la inteligencia artificial, el uso de la nueva econometría y, en especial el buen criterio técnico de muchos profesionales, pueden ser conjugados para estimar las metas de crecimiento económico, los números de reducción de pobreza, desempleo y subempleo, las cuantificaciones de mejores indicadores de acceso escolar, los avances medidos en la mejora de la atención médica en hospitales, la baja de los indicadores de delincuencia, etc. No se trata de apostar al cumplimiento exacto de estas metas sino de brindar a la ciudadanía un horizonte por dónde va a transitar el gobierno, lo que va a desempeñar para lograrlo y los objetivos específicos y generales que va a perseguir. Pueden producirse desviaciones entre las metas propuestas y la realidad que se presente, pero el país conocerá el rumbo y el norte por donde se moverá el gobierno en los siguientes años.
Existen muchos temas que deben explicarse en materia económica y que aún no se conocen, que merecen la atención interna e internacional, inclusive la difusión de señales al exterior que contribuyan a reducir el aún elevado riesgo país, responsable importante de la baja inversión extranjera.
El tamaño del estado es evidentemente excesivo, ¿Qué van a hacer para reducirlo?. El presupuesto del estado es absolutamente rígido y no permite una gestión fiscal eficiente, pues las preasignaciones sin rendición de cuentas desperdicia recursos, los subsidios ineficientes son regresivos y negativos para toda la economía, la presencia del estado administrando empresas públicas no brinda resultados satisfactorios, la deuda pública externa sobre todo con tenedores de bonos nuevamente se torna de difícil cumplimiento, la deuda bilateral con algunos países como la China también incide negativamente en las finanzas públicas, el aporte del estado en el 40% de las pensiones del IESS sin una reforma estructural de la institución amenaza con el cumplimiento próximo de las jubilaciones, el porcentaje de inversión pública que coadyuve con el crecimiento económico es marginal, los costos de producción en el país como aranceles excesivos y un esquema laboral caduco impide la reanimación de la actividad productiva y la presencia de más inversión extranjera. ¿Qué van hacer para corregir esto? Muchas preguntas y pocas respuestas. Si ahora no se explica esto, ¿cuándo lo van hacer?
La política económica debe ser clara y oportuna, más aún en un país que ha acumulado tanta expectativa como el que se tiene en el Ecuador. Un paso fue alcanzado, ganaron claramente las elecciones, pero ahora les toca gobernar con muchos desafíos y gran expectativa. No se puede ni aventurar ni improvisar. Las acciones deben ser contundentes, oportunas y directas. Problemas van a existir y muchos pero si el gobierno no pone a tiempo el norte y la dirección de su programa económico y no difunde esa ruta claramente, el tiempo no perdonará, los problemas se acumularán y las metas no se podrán lograr. (O)