Entre avances y retrocesos: radiografía del aprendizaje en Ecuador
Es urgente repensar las metodologías, la formación docente y las rutas pedagógicas para asegurar que todos los estudiantes, sin importar el nivel en el que se encuentren, tengan oportunidades reales de desarrollar su potencial.

El jueves 24 de abril, el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval) presentó los resultados de la evaluación nacional Ser Estudiante 2024. 

Esta evaluación midió conocimientos, habilidades y destrezas en Matemática, Lengua y Literatura, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales en los últimos grados de los subniveles Elemental, Media y Superior, así como en el nivel Bachillerato. En el período escolar 2023-2024 participaron 47 339 estudiantes, pertenecientes a 1187 instituciones educativas.

Los resultados reflejan variaciones significativas en los puntajes de aprendizaje entre 2022-2023 y 2023-2024, según el subnivel educativo:

Subnivel elemental: todas las áreas evaluadas muestran mejoras.

Lengua y literatura, destaca con mayor aumento (+25 puntos). Matemática tuvo un incremento de +3 puntos.

Subnivel media: se observan avances y retrocesos.

Ciencias Naturales sube (+19 puntos). Lengua y Literatura (+ 7 puntos), Matemática baja (-1 punto) y Ciencias Sociales (- 6 puntos).

Subnivel superior todas las materias descendieron y una subió.

Lengua y Literatura (- 3 puntos), Matemática (- 2 puntos), Ciencias Naturales (-26 puntos) solo Ciencias Sociales aumento (+2 puntos).

Finalmente, en Bachillerato, algunas mejoran y otras bajan su puntuación. Biología (+ 23 puntos), Historia (+ 5 puntos) y Matemática (+1 punto). En contraste bajaron: Educación para la Ciudadanía (-11 puntos), Filosofía (-8 puntos), Física (- 4 puntos) y Lengua y Literatura (-2 puntos). Química se mantiene con el mismo puntaje (Ineva, 2025).

¿Por qué son importantes estas evaluaciones?

Porque permiten tener una visión clara del estado del aprendizaje en el país y, a partir de esa información, tomar decisiones informadas sobre las estrategias pedagógicas que se deben fortalecer. El propio Ineval ha sugerido, por ejemplo, reforzar en Matemática el uso de metodologías activas como el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), que permite al estudiante resolver problemas reales a partir de preguntas guía, juegos o simulaciones. En el caso de Lengua y Literatura, se recomienda implementar más talleres que promuevan el pensamiento crítico, así como la expresión oral y escrita.

¿Qué reflejan estos datos en términos pedagógicos?

Si bien hay mejoras, sobre todo en el nivel elemental, a partir del subnivel media los avances se tornan inestables y, en algunos casos, se revierten. En Bachillerato —el nivel previo al ingreso al mundo universitario o laboral— preocupa que Lengua y Literatura registre un retroceso, y que Matemática apenas avance. Ambas áreas son fundamentales: no solo como asignaturas, sino como competencias transversales que habilitan el pensamiento lógico, la comprensión de textos, la capacidad de argumentar, aprender de manera autónoma y participar activamente en la vida.

Estos resultados no deben verse como un simple listado de cifras, sino como una brújula que oriente las decisiones desde las instancias estatales y privadas. Es urgente repensar las metodologías, la formación docente y las rutas pedagógicas para asegurar que todos los estudiantes, sin importar el nivel en el que se encuentren, tengan oportunidades reales de desarrollar su potencial. (O)