Líderes empresariales, sucesores, consultores y expertos en gobierno corporativo se reunieron en el Summit Succession, un encuentro que se llevó a cabo el pasado miércoles 10 de diciembre, en el Quórum del Paseo San Francisco, en Cumbayá, donde se discutieron las claves para un relevo generacional exitoso.
Una masterclass
El evento abrió con la presentación de Juan Carlos Alarcón, CEO de Gruval Consulting Limited, quien analizó los retos que surgen cuando los lazos familiares se mezclan con la operación del negocio.
"Las empresas familiares nos permiten desarrollarnos como personas y nos suponen oportunidades y retos", señaló.

No obstante, advirtió que "las empresas familiares pueden generar desorden entre empresa y familia", si no se definen límites y estructuras claras.
El segundo momento del encuentro estuvo a cargo de Andrés Silva, CEO de Tecniseguros. "Cuando no hay un plan claro surgen disputas emocionales, que nos llevan no solamente a una disputa en la gente, sino en el negocio mismo", afirmó.

El fideicomiso como herramienta de protección
En el Spotlight, Bernardo Orellana, CEO de Anefi, explicó cómo la figura del fideicomiso puede convertirse en un pilar de gobernanza. "Es tan importante porque, al ser un ente autónomo, tiene un mecanismo de gobernanza propio", dijo.
A esta visión se sumó Roberto Silva, socio de AVL Abogados, quien enfatizó los beneficios fiscales: "El fideicomiso nos permite planificar el futuro y disminuir lo que podemos llegar a pagar de impuestos".

El panel principal reunió a Rafael Wong, director Ejecutivo de FBN; Gabriela Villamar, CEO de of My Life; y María José Jaramillo, gerente de Empaflex, Grupasa. La moderación estuvo a cargo de Enrique Beltrán, gerente de EBM Consulting.
Wong habló de la importancia del diálogo dentro del consejo familiar:
"Este espacio tiene una misión: mantener la armonía de la familia mediante el diálogo. La capacidad de lograr cohesión se hace en el seno familiar".

Villamar añadió que la comunicación debe ser constante y empática:
"Hay que partir por escuchar, con mucha empatía. Validar. Debe haber estas conversaciones".

Desde su experiencia como sucesora, Jaramillo reflexionó sobre la complejidad de trabajar con un familiar directo: "una cosa es conocer a tu padre desde la parte personal y otra como jefe... tuve que aprender a no tomarme nada personal".

También comentó: "no puede haber empresa si primero no hay familia, y la familia es lo primero que se debe cuidar".
Durante la jornada se discutieron además los errores más frecuentes en los procesos de sucesión, la importancia de preparar a la siguiente generación, la mentoría para un relevo exitoso y las dinámicas entre hermanos y primos en la toma de decisiones. (I)