PayJoy es una fintech estadounidense con presencia en más de 10 países y acaba de lograr un hito clave en su operación ecuatoriana. Alcanzó el millón de celulares financiados en el país. Para ellos, el impacto es generar oportunidades para conectar, emprender y progresar.
La empresa llegó al país en 2020 con un modelo que rompe los esquemas convencionales de financiamiento. Su foco está en aquellos históricamente ignorados por la banca, como personas sin historial crediticio, trabajadores informales o incluso desempleados. "Nuestra misión es dar acceso a financiamiento a las próximas 1.000 millones de personas en el mundo. Hoy financiamos celulares, pero mañana puede ser cualquier otra herramienta financiera que represente progreso para nuestros clientes", explica Joaquín Dávalos Ponce, gerente general de PayJoy en Ecuador.

La firma basa sus decisiones de financiamiento en data alternativa. "Es información no convencional que, muchas veces, resulta más útil y predictiva que la del buró". La empresa creó una "salsa secreta" —como él la llama—, que combina tecnología, algoritmos propios y análisis de riesgo para confiar en quienes otros descartan.
El modelo se distancia del financiamiento convencional por su política de transparencia y flexibilidad. No hay intereses moratorios ni cobros ocultos. "Lo que te decimos el día uno que vas a pagar es lo que terminarás pagando. Entendemos que los atrasos suceden, y no buscamos castigar al cliente, sino acompañarlo".
Esto se traduce en una estrategia de cobranza que respeta la dignidad del usuario, sin llamadas a familiares ni prácticas intrusivas. "Solo enviamos recordatorios. Queremos que el cliente se sienta acompañado, no perseguido", agrega.
El impacto de la empresa se refleja también en testimonios como el de uno de sus primeros aliados comerciales en Manabí, provincia que lidera las ventas de telefonía móvil a escala nacional, según estos directivos. "Tengo 53 años y un local de celulares en Portoviejo. Cuando llegaron con su propuesta, me pareció tan innovadora que no esperé a que terminaran de explicarla. Les dije: ¿dónde firmo?", recuerda entre risas.
Solo con la cédula, un correo, un chip y una entrada mínima, cualquier persona puede acceder a un smartphone. "Fue un antes y un después para muchas personas. Para el pintor, el mecánico, el cerrajero... Tener un buen celular ya no era un lujo, sino una herramienta de trabajo accesible", dice. "Eso cambió sus vidas y también transformó la economía de mi negocio y de toda la comunidad".

Con operaciones activas en las 24 provincias del país y más de 2.000 tiendas afiliadas, la compañía tiene una red que abre las puertas del mundo financiero a quienes antes estaban excluidos. "De cada 100 personas que aplican, aprobamos al 95 %. Esa es nuestra verdadera diferencia: confiar donde otros no lo hacen", afirma el country manager.
Y el camino apenas comienza. PayJoy se alista para lanzar nuevas líneas de financiamiento con productos necesarios para emprender, estudiar o trabajar. "Queremos ser esa primera experiencia positiva en el mundo del financiamiento. Porque cuando se empieza bien, se puede avanzar lejos". (P)