El éxito de una estrategia inteligentemente diseñada e implementada, depende esencialmente de un liderazgo estratégico efectivo que con habilidad sepa guiar y orientar a los recursos propios y de la cooperación para dar solución a los problemas nacionales, tanto del presente, como del escenario evolutivo futuro.
La habilidad a la que se hace referencia, corresponde a la conducción estratégica conjunta de las fuerzas disponibles, para lo cual se necesita un profundo conocimiento de la doctrina militar obtenida de los fundamentos filosóficos de pensadores como Sun Tzu, Maquiavelo, y de teóricos de la guerra y del conflicto como Jomini, Mahan, Beaufre para la conducción de las operaciones militares según los principios, normas, procedimientos adquiridos ya sea por la experiencia propia como del empleo exitoso de ejércitos, con las debidas actualizaciones ofrecidas en episodios históricos, para la resolución de conflictos, que con su estudio se robustece la profesionalidad militar.
En la época actual se habla con gran acierto acerca de la trasformación de la guerra, como lo menciona Martin Van Creveld. Analiza la descentralización del conflicto, el aparecimiento de nuevos actores con nuevas motivaciones y especialmente el gran avance de la tecnología, que reflejan cambios sociales y políticos de trascendencia.
En forma mas explicita Frank Hoffan, dice de este nuevo tipo de guerra, a la que se denomina hibrida, y que no es totalmente innovativa, sino es más bien la combinación de la guerra asimétrica, la guerra irregular con la guerra convencional, caracterizada por la aproximación indirecta con acción en áreas estratégicas del adversario, para erosionar el poder, el potencial y voluntad, combinándose con tácticas de desinformación, ataques cibernéticos, en medio de operaciones encubiertas que nieguen la reacción y respuesta ante los resultados de este tipo de operaciones.
Este análisis conceptual no restringe en lo más mínimo a la doctrina militar ni a los principios de la planificación militar de las operaciones, sin que se desconozca las peculiaridades que deben ser tomadas en cuenta durante la planificación de las operaciones debido a la inmensa importancia y aporte de la cibertecnologia.
La Operación Telaraña de Ucrania, de junio de este año, por ejemplo, en su encuadramiento general, inicio con un profundo análisis de ciberinteligencia ISR, para conocer al enemigo, con reconocimiento satelital del dislocamiento de la fuerza aérea estratégica rusa y de su sistema de seguridad, que ubicaban por tal razón a la flota de aviones bombarderos a una gran distancia del teatro de operaciones en su guerra con Ucrania, para su protección.
De la intervención a las redes informáticas rusas se obtuvo información en tiempo real sobre rutas logísticas, ubicación de radares, lo cual motivo la iniciativa para la decepción, engaño hasta llegar a los puntos decisivos y con gran sorpresa al estilo de Sun Tzu.
Sin embargo, lo sorprendente fue llegar a la proximidad de las posiciones aeroportuarias mediante infiltración de camiones camuflados con un proyecto de fachada de asistencia logística. Pero que en realidad transportaban casas prefabricadas y sin mayor problema burlaron los controles y el sistema aduanero hasta llegar a los puntos precisos en donde cumplirían una misión.
La planificación conjunta de las fuerzas fue el siguiente episodio orientado hacia los objetivos establecidos precisamente con Inteligencia Artificial, para identificar y clasificar los objetivos en las bases: Olenya, Ivanovo, Dygilevo, Belaya y Ukrainka.
Habiendo seguido las rutas de líneas interiores, como recomienda Antoini Jomini, y una vez en el punto decisivo para acción; se desactivaron los sistemas de defensa aérea rusos automatizados y desde una gran distancia se abren las plataformas de los camiones, que contenían en total 100 drones de ataque autónomos conectados en red de ataque simultaneo.
Los drones kamikazes de gran evolución, controlados a distancia, con IA, por lo tanto, sin enlace permanente con el operador, tuvieron en forma autónoma capacidad de identificar a los aviones objetivo, gracias a la Big Data archivada en su software y valiéndose de los respectivos algoritmos y BOT programados para aplicación autónoma de búsqueda, identificación y dar señal colectiva de ataque para la destrucción de 41 bombarderos estratégicos: TU95, TU 22, TU 160.
El nivel de sorpresa no permitió una reacción de las fuerzas rusas, tampoco tenían un objetivo militar para contrataque, únicamente les quedo la opción de retaliación, que se vive estos momentos, con grandes maniobras militares en el Mar del Norte y el Baltico, y trabajos de mejoramiento de los sistemas de seguridad y protección de los aviones bombarderos. para evitar reincidencias ofensivas.
Ucrania dejo una lección sobre el nuevo significado del diseño de una estrategia, con refinada conjuntes e interoperabilidad desde la planificación y conducción de las operaciones especiales. Además, porque incorpora equipos tanto civiles como militares con avanzada tecnología desarrollada en el ciberespacio que ofrece inmensas ventajas estratégicas para el multidominio.
La operación telaraña, es una clara explicación de cómo se aplica en la actualidad la asimetría en las operaciones militares así que el sabotaje modifica el significado del poder estratégico que ya no requiere de confrontación equivalente de fuerzas.
Por esta razón las doctrinas militares para la conducción de las operaciones deben incorporar a las fuerzas no convencionales porque los nuevos actores intervinientes, modifican la naturaleza del conflicto que debe ser visto como un fenómeno político en mutación. (O)