Atrás quedaron las típicas bodas, con más de 200 invitados, en una iglesia tradicional, el gran vestido blanco y el pastel de ocho pisos. Las nuevas generaciones rompen estereotipos y popularizan términos poco conocidos como: destination wedding. Esto implica organizar la ceremonia en una locación diferente al lugar en donde viven los enamorados. Los parajes escogidos suelen ser famosos por su belleza natural, su arquitectura y su cultura. Islas paradisiacas, pueblos escondidos, ciudades con ambientes bohemios... son las opciones de aquellos que buscan inmortalizar esta unión.
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La plataform Lonely Planet, especialista en guía de viajes a escala mundial, realizó un listado con los países que se destacan como destinos de bodas este 2025. Los parámetros que se evaluaron fueron su popularidad, infraestructura, accesibilidad y diversidad de paisajes. Tailandia, Francia, Marruecos, Australia, México, Grecia, Croacia y Portugal son los más apreciados, de acuerdo con esta organización. Asimismo, Research and Markets asegura que el mercado de las bodas destino ha crecido exponencialmente en los últimos años gracias a los cazadores de experiencias únicas. Se estima que el año pasado se movieron US$ 36.220 millones a escala global y se espera que este 2025 el monto suba a US$ 47.690 millones, con un crecimiento anual del 30,2 %. Esta empresa considera que hasta 2029 el mercado llegará a US$ 137.160 millones.
¿Qué pasa con Ecuador? ¿Somos un destination wedding? ¿Podemos competir con Tailandia, Hawai o las Islas Maldivas? La respuesta es sí. Pamela Erazo, presidenta de la Asociación de Bodas y Eventos Destinos de Ecuador, conversó con Forbes Ecuador sobre este sector, que espera despuntar a corto plazo. Ella es ingeniera en turismo y por ocho años trabajó para Metropolitan Touring, donde conoció mercados como Australia y Nueva Zelanda. Inició como recepcionista y fue escalando hasta encontrar su verdadera pasión. Junto con su esposo, ingeniero en sonidos, abrieron un negocio de organización de eventos.
Realizó un curso en 2015 para ser wedding planner en Las Vegas, Estados Unidos; Erazo confiesa que es un camino para aquellos que les gusta el estrés. Son "proyectos" que requieren de organización, administración y paciencia. "Muchas novias pasan por procesos psicológicos y debes entenderlos. Este evento es el sueño de dos personas, donde los colores, la decoración, las flores... marcan una gran diferencia". Uno de sus retos es trabajar en la inclusión de los wedding planners. "Muchos piensan que no es necesario, se sobreendeudan, no tienen presupuestos y terminan frustrados".
En la actualidad, 8 de cada 10 bodas que realiza son de extranjeros. En algunas ocasiones uno de los dos es ecuatoriano, pero se especializa en captar a las parejas aventureras que quieren algo diferente. "Tuve unos clientes que gastaron US$ 37.000 en su boda y ellos sabían que algo parecido en Estados Unidos supera los US$ 150.000". Así que no solo son las cuatro regiones, sus paisajes y su riqueza cultural, sino que nuestro territorio es mucho más económico, según Erazo.
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Su empresa, Grupo Art Event, organiza mínimo dos bodas al mes. Sus clientes llegan por las redes sociales y, al tener la empresa creada también en Estados Unidos, es "más fácil generar confianza". Estas celebraciones son pequeñas, no exceden los 30 invitados y tienen presupuestos sobre los US$ 40.000, aproximadamente US$ 200 por persona. "Si pensamos en Ecuador, con ese presupuesto se organizan bodas de 100 o 200 invitados, pero como vienen de afuera los precios se duplican". Lo más costoso, que se lleva el 60 % del presupuesto, es la decoración y el catering.
Una boda tiene un encadenamiento que mueve diversas industrias, sobre todo el turismo. "A parte de la fiesta, los invitados gastan unos US$ 1.500 cada uno". Como no estamos en el 'top of mind' de los destinos, Erazo manifiesta que es indispensable invertir en promocionar al país como una potencia turística. "Al extranjero le gusta conocer las raíces ecuatorianas, optan por la comida nacional, salir de lo tradicional y sentir de cerca la cultura". La organización de estas celebraciones puede superar el año y medio. Esta empresaria asegura que está llenando su calendario 2026.
Como presidenta de la Asociación de Bodas y Eventos Destinos de Ecuador, una organización constituida legalmente hace tres años y con 57 socios, busca profesionalizar este sector, que la competencia sea justa y no exista canibalización por precios.
Al hablar sobre tendencias, esta emprendedora señala que son infinitas. Desde bodas temáticas hasta rituales sostenibles. Sin embargo, para Erazo lo más importante es que Ecuador pueda captar al año mínimo US$ 2 millones, con miras a superar los US$ 50 millones, en corto plazo.
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A pesar del decrecimiento mundial de las tasas de matrimonios, "las bodas destino en Ecuador son una respuesta para impulsar las inversiones, el empleo y el movimiento económico" finaliza Erazo, quien se considera como una orquestadora de sueños. (I)
