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Plantación de banano de exportación de El Palmar en el Oro
Negocios
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La historia de Corporación Palmar comenzó con el abuelo de Fernando Guamán Palacios hace más de 50 años. Fundada por Euclides Palacios, esta firma consolidó su liderazgo como una de las principales exportadoras de banano. Actualmente, el emporio industrial suma a la tercera generación de la familia que aporta en innovación y sostenibilidad. En 2024, el grupo tuvo ingresos por más de US$ 400 millones.

31 Octubre de 2025 14.07

A los 27 años, recibió una noticia que no esperaba. Tenía que asumir el liderazgo de Industria Cartonera Palmar (IncarPalm), y lo invadieron el miedo, la incertidumbre y el peso del reto de continuar un legado familiar. Fue su abuelo, Euclides Palacios, quien lo motivó, como tantas veces, con una frase: "Yo ni estudié ni terminé la primaria y mira todo lo que he logrado, y tú que tienes título, estudiaste en el colegio, ¿por qué no vas a poder si yo pude?". 

En 2022, Fernando Guamán Palacios se convirtió en el CEO de IncarPalm, la unidad dedicada a la producción de cartón corrugado de la Corporación Palmar. Estudió en la Escuela Agrícola Panamericana Zamorano de Honduras, cuya formación en agronegocios y gestión empresarial le ayudó para innovar en la industria. Tomó las riendas en plena turbulencia. La pandemia, el conflicto en Ucrania y la sobreoferta de materias primas desencadenaron una guerra de precios. La tonelada de cartón pasó de US$ 1.400 a US$ 1.080 en apenas un año. "Aprendí a la brava. Me tocó enfrentar todo eso sin manual", admite sonriendo, mientras recuerda cómo reorganizó la estructura comercial para mantenerse competitivo en un entorno volátil.

Plantación de banano de exportación de El Palmar en el Oro
Hacienda bananera de Corporación Palmar en El Guabo, El Oro. Fotos: Robinson Chiquito

IncarPalm fue fundada en 2006 para abastecer al negocio bananero familiar. Actualmente, tiene el 23 % de participación del mercado nacional. El 70 % de la producción se destina para el empaque de banano; de ese porcentaje, 21 % representa el grupo, el resto se comercializa para otras empresas y sectores tan diversos como pesca, floricultura, industria y otras exportaciones.

Ahora, con 30 años, Fernando representa la tercera generación de liderazgo de un emporio empresarial que fundó su abuelo en los años setenta. Don Euclides fue un visionario hace casi cinco décadas, cuando sentó las bases de lo que actualmente es Corporación Palmar. El grupo tiene como core business al banano, se ubica en el top 5 de mayores exportadoras de la fruta, y con los años fue creando empresas hasta tener siete unidades de negocio, desde agroquímicos, aerofumigación, empaques flexibles, producción de cartón, hasta inmobiliarias y exportación bananera a cinco continentes.

Don Euclides, nacido en Girón, Azuay, transformó un Land Rover de flete en una corporación. La historia de Palmar no se puede contar sin este capítulo. En ese vehículo todoterreno de marca inglesa, que había comprado con la ayuda de sus padres, que eran comerciantes, recorría los caminos y comenzó a ofrecer servicios de transporte para la empresa de Luis Noboa Naranjo. Trasladaba a los jefes de zona de un lado a otro entre las haciendas bananeras de El Oro. Y, sin saberlo, estaba sembrando las raíces de su negocio.

En una publicación de Diario Correo, de Machala, en septiembre de 2020, Don Euclides recordaba que sus "primeros contactos con la actividad bananera" fueron a través de ese Land Rover. Era una época en que "no tenía ni una sola planta de banano". Hasta que empezó a incursionar en la actividad con "una finca arrendada de 28 hectáreas", que pudo comprar años después y que todavía conserva, así fue alquilando tierras para ponerlas a producir.

Comenzó como comercializador de la fruta, después conoció del negocio, arrendó propiedades, hasta que se dio cuenta de que también debía exportar. Fernando cuenta que el primer mercado al que llegaron fue Rusia, donde ahora destinan aproximadamente el 50 % de las ventas. Su abuelo desarrolló ese mercado junto a Segundo Wong Mayorga, otro visionario bananero, y la comercialización no era muy formal en ese país, pero se arriesgaron.

El negocio fue creciendo. En 1976 creó la División Agrícola; en 1996 la División exportadora; un año después Fertipalma, que produce fertilizantes; en 1998 creó Palmaplast, que fabrica empaques flexibles; en 2020 empezó a operar Fumipalma, que realiza fumigaciones aéreas; en 2005 comenzó Icapar, que produce insumos agrícolas, y la última, en 2006, fue IncarPalm. La oficina matriz del grupo está en Machala, pero tienen presencia a escala nacional, con despachos comerciales en Guayaquil, Quito y centros de distribución en Pichincha, Santo Domingo y Guayas. 

"Mi abuelo siempre ha sido audaz y espontáneo. Cuando creó la empresa de aerofumigación, se fue a Miami y compró dos avionetas, pero después tuvo problemas, ya que no las podía traer porque necesitaba permiso de la Aviación Civil. Fumipalma estuvo un año sin operar hasta que puedo traer las aeronaves". Actualmente, dice que es la empresa líder en el mercado nacional en aerofumigación, tienen 13 aeronaves, seis pistas, atiende 35.000 hectáreas de producción bananera, con operaciones en El Oro, Los Ríos y Guayas. 

Pero el negocio estrella es la producción y exportación de banano. La fruta sale de casi 11.000 hectáreas, 40 % es producción propia y el resto se compra a productores locales de El Oro y Los Ríos. La División Agrícola genera aproximadamente 2.400 empleos directos. Todo el grupo, que incluye las siete unidades, supera los 3.500 colaboradores. Palmar se consolida como un motor económico del país, pues su cadena productiva tiene un impacto nacional, lo que reafirma el compromiso con el desarrollo local y con una visión empresarial que va más allá del banano.

En 2024, con 15,4 millones de cajas de banano vendidas, Comersur Cia. Ltda. se ubicó en el top 5 de las mayores exportadoras del país. Eso significó el 4,20 % del total exportado por el sector bananero, que alcanzó 368,3 millones de cajas, según las estadísticas de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE). Entre enero y mayo de 2025, ocupó el tercer lugar en el ranking después de las compañías Ubesa y Reybanpac, con 11,1 millones de cajas de banano vendidas. Eso corresponde al 5,62 % de participación del mercado. 

Comersur es la empresa del grupo que más ingresos registró el año pasado, con US$ 154,3 millones, según la información de la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros. Las siete unidades de negocio más Corporación Palmar sumaron ingresos totales por US$ 402,5 millones, de acuerdo con la misma fuente.

El fundador de Corporación Palmar cumplió 80 años en febrero de 2025, sigue siendo el presidente del directorio y permanece activo en la División Agrícola, recorriendo las fincas desde el amanecer. Y así como sentó las bases del negocio familiar, también imprimió los valores que sostienen al emporio. La fe, la honestidad y la audacia que llevaron a Euclides Palacios de conducir un Land Rover a liderar un conglomerado siguen siendo parte esencial del ADN corporativo. "La unión familiar, la tenacidad y la integridad son nuestras columnas vertebrales", añade Fernando Guamán Palacios. Desde la segunda generación hasta el consejo familiar, las decisiones se toman con cautela, y nada se aprueba sin el visto bueno de "Papi Euclides". 

Plantación de banano de exportación de El Palmar en el Oro
Fernando Guamán Palacios es el CEO de IncarPalm, una de las empresas de Corporación Palmar.

El gobierno corporativo tiene rostro y raíces familiares. Cinco hijos forman la segunda generación (Jenny, Jorge, Danilo, Darwin y Javier Palacios) y 15 nietos componen la tercera, de los cuales ya cinco han asumido roles clave y aportan una visión renovada: en exportación, comunicación, gobierno corporativo, deportes y cartonera. Ellos son Daniela, Fernando, Antonella, José Miguel y José. También Fernando le dio la primera bisnieta a la familia.

Fernando dice que su abuelo definió el ADN corporativo con su manera de ver la vida: honestidad, perseverancia, disciplina y una fe profunda en la Virgen de Chilla. Aún recuerda cuando, en 2018, una finca bananera se inundó, llamó a Euclides Palacios quien respondió con serenidad: "Hijo, no te preocupes, yo no tenía nada, nací desde cero. Hay que salir adelante, lo importante es seguir trabajando y es estar al pie del cañón".

Su formación en el Zamorano se complementó con cinco años de experiencia directa en la División Agrícola junto a su abuelo como gerente general de Operaciones. Desde ese vínculo inicial, Fernando aprendió que la verdadera estrategia se forja en el terreno, desde los cultivos hasta la toma de decisiones que hoy transforman la industria. "Mi abuelo no dirige desde el control, sino desde la convicción. Da las herramientas y confía en que sabremos tomar decisiones acertadas", afirma.

En esa línea, ha liderado una modernización industrial con sello sostenible y tecnológico. IncarPalm invirtió US$ 45 millones en los últimos dos años en maquinaria, infraestructura y logística interna. Eso se tradujo en elevar la capacidad operativa y la velocidad productiva de sus corrugadoras de 130 metros por minuto a más de 270 a 300 metros por minuto. Y obligó a integrar inteligencia artificial para controlar variables críticas como humedad, viscosidad y rugosidad del papel. "Invertimos en un sistema alemán que nos permitió ir a la Fórmula 1". 

El enfoque está puesto en responder con velocidad y precisión al cliente. Antes, los pedidos requerían cuatro días de anticipación. Ahora pueden despacharse en 24 horas. La inversión tecnológica fue pensada no solo en términos de eficiencia, sino de agilidad comercial y satisfacción del cliente.

Para el próximo año, el grupo proyecta otra inversión significativa: US$ 15 millones para renovar Palmaplast, la fábrica de empaques flexibles. Fundada en 1998, la planta será completamente modernizada con maquinaria más eficiente y más amigable con el ambiente para cumplir las metas de sostenibilidad del grupo.

Esta transición ecológica se suma a otros proyectos sostenibles que prevé para IncarPalm, incluyendo iniciativas sociales con los colaboradores y mejoras en las comunidades aledañas. Corporación Palmar aspira a ser líder en el sector, pero de la mano de la sostenibilidad. Para 2025 la proyección es que tenga un crecimiento de 11 %. (I)

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