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La comida vegana es un buen negocio; esta cadena facturó US$ 740.000 el año pasado

Nicole Morales

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Cordon Green es una empresa que apuesta por la creación de productos hechos con proteína vegetal. Aunque sus principales clientes son los veganos y vegetarianos, el negocios ha crecido gracias a que las personas le apuestan cada vez más a un estilo de vida saludable. La marca alista todo para llegar a Panamá.

15 Febrero de 2024 09.37

Todo inició por una migraña. Marco Molina, el fundador de Cordon Green, aún recuerda el susto que le provocó experimentar dos intensos dolores de cabeza en menos de un mes. También tuvo una angina de pecho y no podía salir de casa. Su médico realizó varios exámenes para conocer las causas de este padecimiento y le recomendó llevar una dieta vegetariana. 

Molina fue a la librería más cercana para investigar sobre el tema y leyó que algunos componentes de las carnes son causantes de la migraña y otros padecimientos. Tres meses después de cambiar sus hábitos alimenticios, todos sus males se fueron. 

Al ver los resultados positivos en la salud de Molina, su esposa, Fabiola Taco, decidió probar también el vegetarianismo y vio una mejora significativa en sus problemas digestivos. Paola Molina, gerente Comercial de Cordon Green e hija de Marco y Fabiola, rememora que, cuando tenía 10 años, en su hogar se dejó de cocinar carne. “Un día le dije a mi papá: me puedes freír unas salchichas. Y me respondió, no, nunca más vamos a freír salchichas en esta casa”. 

Era 1999 y Molina y Taco eran dueños de la cadena de restaurantes El Español, que entonces tenía 10 locales. En ese tiempo sacaron dos tipos de salchichas veganas con y sin hierbas. Pero sentían que el negocio iba en contra de sus principios porque, en su mayoría, vendían embutidos cárnicos. Aunque su rentabilidad iba en ascenso, en el año 2000 decidieron vender la franquicia y empezar desde cero con otra marca llamada Cordon Green y un nuevo giro de negocio. 

“Todo el mundo nos decía que estábamos locos, cómo van a vender esa empresa que es muy rentable por algo que nadie come. Claro, porque en esa época nadie comía productos veganos”, apunta Paola. 

Un viaje a Estados Unidos les permitió ver una tendencia de consumo en ascenso, pues las perchas de los supermercados de allá contaban con una amplia variedad de productos veganos y vegetarianos. Entonces pensaron que esto llegaría a Ecuador. Fabiola se encargó del desarrollo de productos. Viajó a Taiwán y Brasil para traer maquinaria y crear los primeros productos que fueron adaptados a los sabores ecuatorianos. 

Adecuaron una fábrica donde se elaboraban los embutidos de El Español y empezaron la producción de carnes a base de plantas. Les tomó varios años el desarrollo y una inversión de US$ 567.000 tomando en cuenta el terreno y la construcción. Molina explica que adoptaron las formas de las carnes tradicionales porque las personas tienen un pensamiento 'carnicéntrico'. “Pensamos con el animal en el centro. Nadie dice voy a comer garbanzos, quinoa, cebada, no se piensa así. Por eso decidimos manejar un concepto que la mayoría conoce”. 

Su factor diferenciador, comentan, es el sabor, pues sus productos están condimentados y precocidos. “Si uno pone los mismos condimentos en una proteína vegetal va a saber a lo mismo que una carne animal. Con un buen condimento, con una buena salsa, hasta una servilleta es riquísima”, afirma Marco entre risas. Otro factor a resaltar son los superalimentos que están en cada una de las carnes veganas. “La salchicha tiene chía, el jamón cuenta con aceite de oliva, la milanesa tiene cinco cereales”, explica Paola. 

Empezaron sus ventas en tiendas Camari en 2012. Al inicio su facturación mensual era de US$ 3.000. En 2013 ingresaron ocho primeros productos al Supermaxi. Era la segunda marca nacional que entraba en este mercado con este tipo de productos. Al inicio no sabían dónde colocar estos productos, pero luego se creó una percha con la categoría proteína vegetal. Ahora Cordon Green cuentan con 25 productos entre carnes vegetales, yogurt, chocolate, embutidos y más. 

Con el tiempo les abrieron las puertas en Mi Comisariato, Coral, Santa María, en todos los autoservicios a nivel nacional y en tiendas de Quito, Guayaquil y Cuenca. Asimismo, son parte de los platillos de restaurantes como Top Ten, Vaco y Vaca, El Arbolito. Dos personas (los esposos Marco y Fabiola) comenzaron la producción y ahora suman más de 20 trabajadores.

Actualmente tienen ventas por US$ 65.000 mensuales, y cerraron el 2023 con US$ 740.000. Sus próximos pasos se proyectan a exportar a los mercados de Panamá. 

¿Cómo lograron tener éxito en un segmento que parecía casi imposible de ser rentable en Ecuador? Aunque sus principales compradores son las personas veganas y vegetarianas, su propuesta apunta al “flexitarianismo” para que más personas prueben los beneficios de llevar una dieta a base de plantas. 

“Nuestro concepto se basa en que por lo menos dos veces a la semana consumas proteína vegetal. Con este plan te desintoxicas, hace que mejores tu digestión, que te sientas más liviano y también aportas al planeta. Porque según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), el 14,5 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el ser humano se deben a la ganadería”, señala Paola.

Asimismo, Molina comenta que es una apuesta por la salud. “La proteína vegetal es libre de colesterol. Entonces la puede consumir una persona diabética, por ejemplo. Niños y niñas que les guste el producto, que quiera comer más sano, una persona que esté haciendo ejercicio”. 

A diferencia de lo que se puede pensar que un producto a base de plantas no cuenta con suficientes proteínas, los productos de Cordon Green suman altos porcentajes. “El jamón tiene 14 gramos de proteína, más porcentaje que un jamón tradicional por ejemplo. Porque usualmente los jamones tradicionales tienen más harina, en cambio nuestros productos tienen proteína de calidad y no tienen transgénicos que son cancerígenos”. 

Marco apunta un mensaje final para las personas que buscan cambiar sus hábitos alimenticios: “Abran su mente y abran su corazón. Al abrir la mente quiero decir investiguen, averigüen. Abrir su corazón quiere decir escuchar si hay algo que me está diciendo que debo cambiar mi alimentación. No coman carne los siete días”. Paola agrega: “Coman carne vegetal dos veces a la semana y vean cómo les va. La digestión, la piel, el cabello y la energía que tienes en el día van a mejorar”.

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