En un predio lindero a la estación ANCAP de Solanas, los desarrolladores del proyecto Pueblo Punta Ballena buscan transformar 32.000 m² de terreno virgen en un paseo comercial de escala mediana pensado tanto para la temporada como para la vida cotidiana de los vecinos de la zona. La iniciativa, liderada por el argentino Lisandro Aloi y su socio uruguayo Nicolás Golfarini, bajo el vehículo desarrollador Buen Punto, combina un ancla de retail, locales especializados, oficinas profesionales y espacios públicos cuidadosamente intervenidos con paisajismo y arte.
El proyecto se plantea como un "street mall" con identidad local: plazas y recorridos peatonales que buscan integrarse con el paisaje y ofrecer actividades permanentes fuera de la temporada alta. "La idea es desarrollarlo por etapas", explica Aloi a Forbes Uruguay, que se presenta como developer con formación en arquitectura. Según la planificación aprobada, la primera etapa del masterplan comprende 12.000 m², aunque la entrega inicial ocupará una porción menor de esa superficie para concentrar el anclaje comercial y los servicios básicos.
La primera entrega está diseñada alrededor de dos marcas confirmadas como inquilinos: Fresh Market y Devoto Home, pertenecientes a GDU (Grupo Disco Uruguay). Ambos locales actuarán como motores de tráfico para el resto de la oferta comercial; Fresh Market funcionará como la gran superficie del desarrollo y Devoto Home como la propuesta de hogar y equipamiento. El ingreso de estas marcas se enmarca además en un contexto de mayor capacidad de inversión de parte del grupo multinacional: en enero de 2025, Grupo Calleja (que se convirtió en accionista mayoritario de GDU) anunció un plan de inversión de US$ 35 millones para Uruguay durante ese año.
Inversión, etapas y plazos
A nivel de obras y números, Aloi detalló medidas y prioridades: el galpón principal del market rondaría los 2.000 m², complementado por módulos que suman alrededor de 120 m² cada uno, y una superficie logística adicional próxima a 1.200 m². La inversión estimada para esta primera etapa se sitúa entre US$ 1,5 millones y US$ 1,8 millones, con posteriores etapas que demandarán montos de magnitud similar y se activarán en función de la demanda y los contratos que se vayan cerrando tras la temporada.
La propuesta incluye intervenciones de paisajismo y arte público para dar continuidad estética al entorno. Aloi mencionó al estudio Bulla como responsable del paisajismo y a la curadora Leonor Lisman como encargada de la puesta de esculturas.
La estrategia comercial del desarrollo busca equilibrio entre la estacionalidad turística de la zona y la demanda permanente de Punta Ballena y sus alrededores. Por eso se apuesta a una combinación de retailers de alcance regional (anclas), comercios de barrio, consultorios y estudios profesionales (Aloi mencionó expresamente la posibilidad de oficinas y gimnasios como parte de la oferta) con la intención de que el complejo funcione durante todo el año.
En cuanto a timing, la intención del equipo es que la primera apertura incluya el Fresh Market, Devoto Home, estacionamientos y dos pequeñas plazas; Aloi habló de una fecha objetivo orientativa, el 15 de diciembre, para la primera entrega, aunque precisiones sobre la firmeza del calendario quedaron sujetas a la confirmación final de obras y contratos.
Detrás del proyecto hay también una estrategia de valorización del suelo. Los desarrolladores conservaron el terreno durante casi una década antes de ejecutar el masterplan, un proceso que, según Aloi, implicó tiempo de aprobación y trabajo de planificación que hoy se traduce en la posibilidad de monetizar y activar el predio con inquilinos de peso. Ese recorrido largo de "land banking" es habitual en desarrollos de este tipo y explica, en parte, la estructura por etapas que propone Buen Punto.

