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Los inversionistas sofisticados toman decisiones bajo un riguroso análisis numérico y comparativo que permite, con el menor nivel de riesgo posible, maximizar los beneficios esperados. Esto no significa que no toman riesgos, lo hacen siempre y los diversifican: un portafolio de inversión normalmente tiene activos de alto riesgo y alta rentabilidad, de bajo riesgo y poca rentabilidad, pero nunca activos de alto riesgo y poca rentabilidad.

29 Octubre de 2021 10.01

Está documentado en índices internacionales la alta capacidad de emprender de los ecuatorianos. Está también documentado, nuestra incapacidad de crecer al ritmo de nuestros vecinos, de desarrollar empresas globales y de atraer inversión a un país que tiene las mismas, o incluso mejores, condiciones que sus pares. En medio hay un sinnúmero de factores que no terminan de ser resueltos por nuestra sociedad, quizá, porque no son entendidos a profundidad. ¿Cómo logramos ser exitosos, entendiendo nuestras limitaciones, pero considerando las grandes oportunidades que tenemos entre manos?

Empecemos por una limitación importante. 

El riesgo es un factor determinante para una decisión de inversión, pero: ¿Cómo se mide para un proyecto específico? Mediante el WACC (por sus iniciales en inglés): un porcentaje que nos permite medir, de manera estandarizada, el costo del capital ponderado y los distintos niveles de riesgo para un proyecto. Además, nos permite dar un valor hoy a flujos futuros de efectivo. El WACC está compuesto por algunos factores internos, pero, como probablemente ya se puede notar, uno de los más importantes es el riesgo del país en donde se realiza esa inversión. 

El comportamiento es lógico: a mayor riesgo país, mayor el WACC, y, en consecuencia, mayor el riesgo del proyecto y así mayor el descuento de los flujos futuros esperados. Esta relación implica que, siempre que tengamos una tasa libre de riesgo alta, es decir, un riesgo país alto; invertir en Ecuador (en términos numéricos) será más riesgoso que invertir en países con menor riesgo país. Siempre bajo el supuesto de la eficiencia de los mercados para reflejar la información correcta.

En otras palabras, mientras el riesgo país (ese factor numérico que usan los inversionistas serios para analizar proyectos) no se reduzca, por ejemplo, a niveles de Colombia y Perú, los mercados aún consideran que invertir, en cualquier proyecto en Ecuador, es una inversión con un riesgo intrínseco superior que sus pares, incluso, con las complejas perspectivas políticas de otros países. Esto no significa que la inversión no llegará, sino que se van a atraer a inversionistas que buscan más riesgo. Esto, sin ser bueno ni malo, se debe entender a detalle para tener expectativas realistas frente a la inversión y planes de acción adecuados.

Ahora hablemos de las oportunidades. 

La rentabilidad es el catalizador de las decisiones de riesgo. Rentabilidad entendida, para simplificar el análisis, como los beneficios que genera una inversión X. Normalmente, las altas rentabilidades empresariales se dan por la capacidad de generar ventas por volumen, o (en sectores de mucha especialización) por un gran diferencial entre el precio de venta y costo de producción; normalmente determinados por una exitosa investigación, desarrollo y su interacción entre oferta y demanda. 

Las expectativas de rentabilidades futuras son las que motivan a los inversionistas a invertir, muchas veces, con alto riesgo. El análisis previo no es un proceso subjetivo y de intuición, no se está apostando a un número en una ruleta de casino, todo lo contrario. Los inversionistas sofisticados toman decisiones bajo un riguroso análisis numérico y comparativo que permite, con el menor nivel de riesgo posible, maximizar los beneficios esperados. Esto no significa que no toman riesgos, lo hacen siempre y los diversifican: un portafolio de inversión normalmente tiene activos de alto riesgo y alta rentabilidad, de bajo riesgo y poca rentabilidad, pero nunca activos de alto riesgo y poca rentabilidad. 

No podemos olvidar que hay un mercado global que busca inversionistas para proyectos en todo el mundo: la rentabilidad del mercado bursátil de EE. UU, en los últimos 10 años, ha estado cerca al 10% anual. ¿Está Ecuador en capacidad de competir frente a este mercado, en términos de riesgo y rentabilidad de sus proyectos?

Para atacar esta problemática se debe buscar una lógica reducción del riesgo país. Sin embargo, al mismo tiempo y en el corto plazo, es fundamental desarrollar proyectos lo suficientemente rentables para que sean adecuados y atractivos para el perfil de riesgo actual de Ecuador. Esta rentabilidad debe fundamentarse en sectores de alto crecimiento nacional, pero sobre todo internacional (debemos considerar el tamaño del mercado ecuatoriano frente al global). Además, se debe mirar hacia las inversiones alternativas: el capital del riesgo para emprendimientos, el capital de crecimiento y las compras apalancadas. Inversiones que se fundamentan en dos principales generadores de rentabilidad: el aumento de la valoración de las empresas y el crecimiento del EBITDA. 

¿Cómo puede ejecutar Ecuador una estrategia de este tipo? Con coordinación e inversión. En un mundo globalizado, cada día se ganan y pierden oportunidades: los ecuatorianos debemos pensar más allá de nuestras fronteras, buscar salir de los problemas del día a día y enfocarnos en identificar retos y oportunidades. El desarrollo de proyectos se debe dar de la mano de expertos que minimicen los cabos sueltos. Que el sector privado genere proyectos rentables, empleo y en consecuencia ayude a darle sostenibilidad al Estado (lo que significaría una reducción del riesgo país). ¿Qué pasaría si tuviéramos a un Jeff Bezos en Ecuador? ¿Qué nos hace falta? (O)

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