El negocio de los cajeros automáticos tiene una empresa protagonista. Era 1994 y Ecuador tenía un sistema bancario que enfrentaba desafíos y buscaba oportunidades. La moneda oficial era el sucre y los cajeros automáticos ganaban terreno en el día a día de los ecuatorianos.
En ese año se creó Banred, producto de la fusión de Redbanc y Multired, dos redes de cajeros existentes en ese entonces. Así nacía una empresa fundada por un grupo de entidades financieras que apostaron por integrar los cajeros automáticos, también llamados ATM. El tiempo pasó y hoy en día Banred interconecta cerca de 7.500 cajeros distribuidos por todo el país; la mayoría se reparte entre Quito y Guayaquil. Estos puntos pertenecen tanto a instituciones financieras del sector bancario como del sector cooperativo.
El gerente General de la empresa, José Javier Espoz, cuenta el crecimiento de Banred, analiza el actual momento y explica hacia dónde caminan los cajeros automáticos en Ecuador y a escala internacional. Fanático de Star Wars, su personaje favorito es Chewbacca, este ingeniero comercial graduado en la PUCE y con una especialización en el Instituto de Empresa (España) conoce de cerca el mundo de las telecomunicaciones.
El vocero de la empresa la describe de manera sencilla. "Banred es una empresa que se encarga de interconectar y de integrar a todo el sistema financiero del país". Añade que la firma, que el año pasado tuvo ingresos por algo más de US$ 15 millones, maneja tres líneas de negocio. La primera tiene que ver con la integración cajeros automáticos en el país. "Ese fue el origen, hace 31 años".
La segunda línea tiene que ver con un esquema de cobros y recaudos que permite a los clientes de las instituciones financieras pagar servicios básicos. "Nosotros hacemos la conexión entre los bancos y entidades tanto públicas como privadas". Y la tercera es el manejo de transferencias interbancarias inmediatas entre instituciones financieras. "Allí estamos creciendo de manera importante".
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Espoz habla sobre el rol de Banred en la cotidianeidad de los ecuatorianos bancarizados. "Cuando un cliente de una institución financiera hace una transferencia de un banco a otro y se acredita de manera inmediata es porque pasó a través de Banred". Añade que la empresa es pionera en las transferencias inmediatas en tiempo real y agrega que tuvo un despunte importante durante estos años, sobre todo en momentos de pandemia.
En cuanto a clientes, Banred trabaja hoy en día con 45 instituciones financieras cuyos clientes pueden transferir dinero de manera inmediata a otras instituciones, utilizando la plataforma de esta empresa de servicios tecnológicos. Allí están clientes de bancos, cooperativas de ahorro y mutualistas. "La responsabilidad que tiene Banred dentro del sistema financiero es muy alta".
Uno de los indicadores claves de esta empresa es el número de transacciones. En 2020, año de pandemia, se contaron 470 millones; para 2024 la cifra subió a 1.030 millones y este año proyecta cerrar con 1.300 millones de transacciones. "Cada transacción va generando costos y las instituciones financieras pagan a Banred por cada transacción realizada. A medida que nosotros vamos creciendo, generamos ajustes y beneficios para los bancos", destaca Espoz, mientras revisa las estadísticas en su oficina, en el norte de Quito. Otro dato: solo en cajeros automáticos Banred registra 22 millones de transacciones mensuales.
La innovación es otra de las acciones permanentes de esta empresa. El año pasado desarrolló Wip, un esquema de transferencias inmediatas interbancarias que utiliza como canal el número celular del cliente de la institución financiera. El gerente de la organización explica que el valor agregado está en que en lugar de tener que pedirle cinco datos al usuario para hacer una transferencia, Wip solo requiere un número de teléfono para transferir dinero. Este nuevo producto tiene casi 200.000 usuarios de tres bancos.
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Para este ejecutivo, los cajeros automáticos son un producto muy maduro. Asegura que el efectivo todavía pesa en los movimientos económicos de los ecuatorianos, pero también está consciente de que los ATM deben evolucionar. "Tienen que dar un salto evolutivo, que su función no solo sea el depósito y el retiro de dinero, sino que se conviertan en quioscos de autoservicio donde tengan muchas más funcionalidades de servicio para el usuario final. Deberían poder tener muchas más transacciones de distinto tipo, tanto bancarias tanto bancarias como no bancarias. Esa es la tendencia global". (I)
