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Augusto de la Torre #2 (apr 2022)
Liderazgo
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Augusto de la Torre revela sus otras pasiones: la filosofía y la música. Fue gerente del Banco Central, funcionario del Banco Mundial y del FMI. Hoy su tiempo se reparte entre la familia, los nietos, la guitarra y las clases en Columbia University.

10 Diciembre de 2025 16.32

En una mañana de octubre de 2025, en la biblioteca de su casa en Washington, Augusto de la Torre está listo para comenzar esta entrevista. Detrás de él, la cámara capta estantes de libros que cubren la pared. Sobre un atril se observa una guitarra que tiene su propia historia en la vida de este economista, filósofo y guitarrista. Nació en Quito hace 72 años. Se define como "quiteñísimo" y es nieto de Alfonso 'Lluqui' Endara, un chulla quiteño, personaje bohemio y bromista, el alma de la fiesta.

La filosofía y la música han sido sus pasiones paralelas. Primero, en 1977 sacó su título en Filosofía en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. En 1981, obtuvo la licenciatura en Economía en la Universidad de Willamette, Oregon. 

"Siempre me interesaron la filosofía y la música. En los años setenta pensé en hacer un doctorado en Filosofía de la religión, pero cuando nació mi hijo decidí dedicarme a la economía, había que mantener a la familia. La filosofía sigue influyendo en mi forma de pensar como economista". 

La música lo acompaña desde joven: tocaba boleros en serenatas con amigos. Hoy disfruta el bossa nova, el jazz tradicional y los boleros. "Aprendo nuevas piezas con YouTube, y me reúno con amigos para cantar y tocar. Soy un amateur, pero la guitarra me da mucha alegría", relata cuando se le pregunta qué hace una guitarra entre los libros de economía. 

¿Cómo es su vida actualmente? "Es la vida de un jubilado del Banco Mundial. Los jubilados tenemos la gran suerte de escoger lo que hacemos y decir no a lo que no queremos". Su tiempo se reparte entre la familia y los nietos. Tiene un hijo de su primer matrimonio, quien le ha dado dos nietas que ya son adolescentes. Junto con su esposa actual, con quien lleva más de 35 años, adoptaron dos niñas ecuatorianas cuando él trabajaba en el Banco Central del Ecuador. Dice que ser abuelo es "magnífico" y valora que sus hijas vivan cerca, en Estados Unidos. También dedica más horas a la guitarra, se ha involucrado en el debate de política pública ecuatoriana y, de forma ocasional, realiza consultorías para organismos multilaterales.

En el mundo de las finanzas internacionales, pocos ecuatorianos han tenido una trayectoria tan influyente como la de Augusto de la Torre. Exgerente del Banco Central del Ecuador (BCE), exfuncionario del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), su carrera refleja una constante: la pasión por la política pública y la convicción de que las ideas económicas deben dialogar con la realidad social y política. 

"Descubrí temprano en la vida que mi pasión no estaba en el sector privado, sino en el mundo de la política económica, la política pública. Por eso, he tenido la suerte de llevar una carrera vinculada a estos intereses en esos organismos". 

A comienzos de los ochenta, tenía 24 años cuando se fue a Estados Unidos y entró al doctorado en Economía en la Universidad de Notre Dame. Al terminar, recibió una oferta del FMI para ingresar al prestigioso programa de economistas jóvenes. Allí participó en el corazón del debate internacional sobre la deuda latinoamericana y el Plan Brady, que permitió reestructurar las obligaciones externas de los países de la región. 

Desde entonces su vida profesional ha girado en torno a entidades multilaterales o a la política pública. Luego estuvo casi cinco años en Ecuador. Recuerda que primero fue invitado por el Gobierno del presidente Sixto Durán Ballén para apoyar en el trabajo técnico del Banco Central. Un año después le propusieron que fuera el gerente general y estuvo en ese cargo hasta 1996. Cuando regresó a Estados Unidos aceptó un trabajo en el Banco Mundial.

Su paso por el Banco Mundial, el FMI y el Banco Central del Ecuador le dejó experiencias únicas, con un enorme aprendizaje y oportunidades para aportar al debate económico. "Esa ha sido mi mayor satisfacción: dedicar mi vida a pensar, escribir y participar en la discusión de políticas públicas. Ahora, ya jubilado, acepté coordinar la Comisión de Reforma al Sistema de Pensiones con el expresidente Guillermo Lasso, escribo editoriales y participo en entrevistas. Me entusiasma seguir promoviendo ideas para el debate público en Ecuador: necesitamos una reforma laboral y del sistema de pensiones, y desmonopolizar el mercado de combustibles". 

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