La habilidad ya la tenemos
Enfocados en el ayer por lo que quisimos o en el mañana por lo que no queremos, nos habituamos a rechazar lo que no nos gusta y a quienes creen distinto, y por supuesto a aplaudir a lo que nos place y a quienes nos validan, y así, vamos por la misma cómoda rutina en el trabajo o en casa, perdiendo trenes para crecer. Quienes no los pierden, son los constantes que usan sus ganas para aplicar, aprender y sumar a otros. La habilidad ya la tenemos.