Identificar lo que sentimos o reconocer que hay alguna emoción que nos gobierna y quizá incluso nos limita, es un punto de inicio para aprender a gestionar las emociones y comprender que juntas y en equilibrio funcionan mejor.
El saber que, la dislexia es un trastorno relacionado con el procesamiento fonológico (sonidos del habla) y no con la percepción visual, te permitirá orientar de mejor manera tus clases.
La reflexión más allá de la pérdida de año escolar para evitar la deserción o el trauma debería ser sobre cuán garantizado es el aprendizaje y qué medios se aplican (metodologías, evaluaciones, programas eficaces) para que los estudiantes alcancen sus metas académicas que no son únicamente puntajes, sino aprendizajes que les permita decidir, reflexionar, aprender del error y más.
En estos sistemas, no hay opción para callar y ser indiferentes porque todo el grupo, no solo aquellos directamente involucrados, adquieren una experiencia positiva de ciudadanía activa, es decir, un sistema de ayuda entre compañeros.
Si eres docente también para y reporta los casos que observas en las aulas de clase. Lo que no es viable es callar y dejar que los acontecimientos pasen y vivir con el mito de que la violencia entre pares es un tema normal.
Ser leal con los ausentes es un compromiso con la integridad, la honestidad y el respeto hacia los demás. Es un recordatorio de que nuestras palabras y acciones tienen un impacto profundo en la vida de los demás, y que debemos ejercer cuidado y responsabilidad en cómo tratamos a aquellos que no están presentes para defenderse.
Reconozcamos que el lenguaje brinda un poder de comunicarnos desde el respeto y fomenta espacios inclusivos. Que la prevención y el verdadero conocimiento sea el camino.
Las creencias y expectativas que ponemos en el otro impactan directamente en lo que el o ella llega a creer de si mismo. El cambio empieza por generar oportunidades, pero, sobre todo por transformar creencias que se posesionan en la mente de cada uno.
Decir "te quiero" abrazar, o generar un clima afectivo en el hogar no nos hace débiles, tampoco nos quita autoridad frente a los demás. Todo lo anterior genera vínculo, conexión y cimientos emocionales sanos.
El diálogo interno positivo te empodera, te calma y te brinda paz y seguridad, además, se vincula con el “Ser” la autenticidad y expansión, es decir, con la inocencia y plenitud con la que venimos los seres humanos por naturaleza.
Luego de estos diálogos inusuales sentí mayor tranquilidad porque sí, hay gente que trabaja por la educación y lo hace pensando en los niños y niñas que necesitan una oportunidad para acceder al sistema. Ojalá existieran más emprendedores, científicos, académicos, servidores públicos y docentes que sueñen con lo mismo y generen impacto a través de lo que hacen.
La deserción escolar es el condimento perfecto para incrementar la crisis social en la que estamos actualmente inmersos. Los sueños se esfuman cuando la pobreza opaca la realidad y roba los derechos. Igual y aunque todo suene desalentador, seguiremos promoviendo que, la educación es un derecho y el mejor camino para ser mejores.